miércoles, 3 de octubre de 2012

Mi Tinta Sigue Hablando


Amigo mío, en esta noche clara me siento un ambidiestro
lamiendo mis heridas como animal maltrecho
en un rincón oscuro de este solar ambiguo y desvalorizado
inmerso en los hechos falaces de ataduras y vértigos.
Mi alma es como un templo con sus campanas rotas
sin badajo y sin eco
es refugio de palomas, buitres, musgos e insectos
así me siento amigo en esta clara noche que cierne mis desvelos.
Preguntas hago al muro y me responde el tiempo
de errores cometidos y furtivos excesos
mis ansias van y vienen como toros al cepo
a curar las sangrientas grietas de mis espejos
y vienen las angustias a rogarme silencio,
pues, saben  que mi risa liberará a los necios
que están en cautiverio
cegados por la prisa que amenaza a mi pueblo
que tiene de latido lo que emana de incendio.
Amigo mío, en esta noche clara me siento un alfarero
un arlequín erguido sobre la blanda roca de nuestro derrotero
amigo mío, la realidad me dio en el clavo
y hoy se que mi coraza tiene algún agujero
por donde se inmiscuyen debilidad derrota,
resignación y miedo
te ruego me disculpes es una arista mía que tu no conocías
yo como tu, soy fuerte como un roble mi mirada segura,
mis palabras de bálsamo
mis versos que transmiten fuerza amor
y esperanza para el desamparado
claro, que es otra cima otro estado,
vaya a saber que luces me están iluminando
para que pueda abrirte el portal de mi esencia
en esta noche, justo en esta noche clara
cuando un millón de estrellas
me están acariciando el alma y la mollera.
Amigo mío, mi tinta sigue hablando,
es el último mate y el último cigarro
la casa ya está muda se ha dormido hasta el perro
y aunque nadie la escuche mi tinta sigue hablando,
aunque yo me derrumbe y el sol acose el horizonte
y la dura corteza de nuestro abecedario,
mi tinta sigue hablando.
Amigo mío, qué tozuda alegría qué bella incertidumbre
hace de mi un lamento y a veces un santuario
donde rezan los duendes más tercos
más humanos, amigo mío, que loca moraleja
que espléndido milagro
aún en la penumbra, mi tinta sigue hablando.

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